Cuando ocurrió lo que te voy a contar, Eloy era transportista. Bajaba del pueblo bien moreno y templado por el trabajo.
Un día que vino a hacer un porte a Silla, en Valencia, se fue buscando una barbería para cortarse el pelo. Preguntó y le dijeron, “ahí más adelante hay una”. Y en esto que pasaban dos o tres chicas, no sé que piropo les diría que ellas le contestaron: “calla, cara de porc negre”.
Al llegar a la barbería preguntó:
– Oiga, unas chicas que me han dicho “cara de porc negre”.
– ¿Eso le han dicho? Y entonces todos se pusieron a reir. ¿Sabe usted lo que le han dicho? Cara de gorrino negro.
Y él también se echó a reir.
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